sábado, 16 de junio de 2012

Grecia

¡Por fin ha llegado el tan temido fin de semana griego! Mañana será el día. Los griegos decidirán cuál será su nuevo gobierno e, indirectamente, qué hacer con su futuro europeo. ¿Seguirán en el euro? ¿Se irán? En caso de dejar el euro, ¿Cuáles serán las consecuencias para ellos? ¿Para España? ¿Europa?

Esta mañana he oído en alguna parte que está todo el mundo "acojonao" con el tema.

Sin embargo, yo, infatigable observadora, he echado mi particular vistazo al mundo, al próxiimo, al de mi barrio, mis compañeros, mis amigos, mi entorno... Y, ¿Qué veo?

Leo hace unos días, en facebook, a un amigo al que le importa un carajo el asunto eurogriego... porque, palabras textuales, "trabajo todo lo que puedo, cuido a mi mujer y quiero a mis amigos. A la prima, el euro, el ibex y demás... que le den". (Lo de cuido a mi mujer me dejó k.o.... pero ese es otro tema).



Salgo esta mañana a la calle: en la carnicería, las clientas de siempre, haciendo turno y hablando de la mala suerte que tenemos en Asturias los fines de semana... No para de llover. Con las ganas que tenemos de playa y ¡mira qué tiempo!

El zapatero agobiado de trabajo. El parece que sí ha salido ganando, se le acumula la tarea. En tiempos de crisis no hay dinero para nuevas inversiones, pero los gastos en mantenimiento crecen.

En el kiosco, la kiosquera hablaba al teléfono con su hermana. Su madre está enferma, por las conversaciones que a menudo he escuchado sin escuchar, diría que de Alzheimer... "has probado con el puré? Tiene que comer algo. Pues le dices que unas natillas... No puede estar sin comer que tiene que tomar las pastilla..." Sí, en el kiosco sí estaba el espíritu griego: en la portadas de la prensa.

Y en el café, los mismas conversaciones de siempre. Estos días toca Eurocopa y el partidazo de ayer entre Suecia e Inglaterra.

No veo pánico en las calle, ni colas de personas en las antiguas cajas para sacar sus ahorros. Si acaso cierto desánimo. Como si la vida fuera más pausada en los últimos tiempos. Veo carteles de "Se alquila"... "Se vende"...

Yo pienso en mis amigos griegos. En Georgeous, Dimitris... En las risas que nos echamos juntos aquel verano del 95. En los dientes rotos de Georgeous cuando se tiró a la piscina el día de mi cumpleaños. En las noches sentados en la terraza de su casa, en Atenas, escuchándole tocar la guitarra española. Asturias, de Albéniz. Y pienso, ¿qué será de ellos? Habían estado viviendo en USA, pero la tierra tira y volvieron, se casaron. Trabajan para el gobierno. ¿Qué será de ellos?

Y el día sigue, las horas pasan. Sigo sin sentir pánico.

En estos meses he leído sesudos análisis económicos y políticos. Explicaciones de porqué, por dónde, hacia dónde, cómo. Pero me falta un análisis sociológico. Porque esta crisis que lo inunda todo parece que no cala. O cala de otro modo. Estamos rendidos a lo que pueda pasar. Se está convirtiendo en un tema de conversación más. Quizás no sea más que la calma que precede a la tormenta. Pero no la siento en el alma de la calle. Es física, pero no siento la química. ¿Será por eso que necesitamos ya el rescate moral?
...
Han pasado dos días desde las elecciones y todo sigue igual, o peor. En la calle las preocupaciones siguen siendo las mismas: el trabajo; poder seguir manteniendo el negocio; las vacaciones, ya a la vuelta de la esquina; el tiempo, malo; el fútbol... los mercados siguen su particular evolución que nos lleva a la deriva financiera; la incertidumbre arrasa con todo. Pero los hombres y mujeres de este país son resilientes. Es el día a día lo que nos mueve. Lo cotidiano, lo que nos hace sentir bien o mal.

¿Y Grecia? Unas elecciones más, pero tampoco parece que haya cambiado mucho. Otra vez los de siempre.

1 comentario:

  1. Esta película hay que reconocer que es muy buena, nos tiene en vilo, con la intriga hasta el final. A lo mejor, se esta haciendo un tanto larga, la película.
    Hay que pedir un Oscar para sus directores, guionistas, protagonistas: Merkel, Hollande, Rajoy, etc
    Lo único que entre tanto drama y thriller, deberían tocar algún otro genero: romántico o comedia.
    Lo mejor que no han invitado a Bush de guionista, que ha este le salen las películas muy bélicas.
    Ni Amenabar puede realizar un thriller que supere a esto.
    Un saludo.

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