lunes, 26 de agosto de 2013

Agosto

Empieza el mes de agosto con el mismo discurso de otras veces: merezco algo mejor... necesito encontrar mi rumbo... he perdido cinco años de mi vida... necesito encontrar a alguien que se adapte como un guante... y resoplo de pura desgana. ¿Mejor? ¿Necesito? ¿Años perdidos? Y entonces me pregunto... ¿y yo?

Continua el mes de agosto y una amiga, de esas que nunca te llaman para tomar un café o saber de tu vida, me envía un sms: "he vuelto a perder la dignidad, he vuelto a caer en la obsesión, no hago más que llamar, llorar, mendigar... estas cosas solo te las puedo contar a ti. Sé que eres la única capaz de entenderme"... ¿Yo?

Cada frasco de cristal, un deseo. De colores.

Se va terminando el mes de agosto y yo me siento más fortalecida. Un poco mejor que ayer. Orgullosa de lo que tengo y de lo que soy. Feliz de vivir en el paraíso y de compartir mis días con mi pequeño. Gran amor. 

"...Tengo la impresión de que en cuanto tenga clavos bien derechos voy a saber para qué los necesito..." Dice Horacio en este mismo instante. Los míos se van enderezando. Poco a poco.

2 comentarios: