sábado, 29 de septiembre de 2012

Ilusión

Aprovechando que estos días se celebra el Congreso del PSOE y que, sin ser militante sí que puedo decir que es el único partido al que me he sentido próxima alguna vez, he querido hacer un repaso de temas variados que me preocupan y que, en mi opinión deberían de ser tenidas en cuenta.
Que no se marchite la rosa...
Empiezo por el primer tweet que leí ayer, no recuerdo las palabras exactas pero sí el fin. Se trataba del apoyo del partido a un Estado Federal. Bien, perfecto. Pero no me parece que sea el momento de plantear estos asuntos ni, mucho menos, de que sea el primer tema a debatir dadas las circunstancias actuales. El Estado se ha mostrado ineficiente en la gestión de 17 Comunidades Autónomas, con lo que no me quiero ni imaginar lo que podría ser Estados Federales. Salvo que hagamos un remodelado del mapa político de España. En cualquier caso, por mucho que el tema esté "de moda", no me parece que sea lo que nos deba preocupar ahora.
La cuestión principal, a mi juicio y teniendo en cuenta que estamos hablando del Congreso Regional, debería de ser la económica. El PSOE es el partido en el gobierno y el que actualmente ostenta la poca o mucha capacidad de tomar decisiones que sean vinculantes para la región.
Los recursos son escasos, es el momento de la creatividad y de llevar a cabo un proceso de innvación que permita optimizar procesos sin implicar recursos. Estoy segura de que se puede hacer porque son muchos años trabajando en el Sector Público y conozco bastante de sus ventajas, amenazas, oportunidades y debilidades.
Me da pena ver cómo desde el sector empresarial privado se ve como una amenaza la demanda de crédito privado para financiar la deuda pública. Desde mi punto de vista este es uno de los aspectos a mejorar. No puede ser que en este momento seamos competencia, tiene que haber maneras creativas de cooperar y acceder de manera conjunta a los créditos. Quizás la pelota esté en el tejado de los bancos. Qué tal promover préstamos dirigidos a actividades colaborativas público-privadas que generen crecimiento para la región. La Ley del Sector Público contempla esta figura en su articulado. Sin embargo apenas se utiliza en la contratación de bienes y servicios.
¿Por qué no acudir de manera conjunta a Fondos Europeos? no me refiero solo a subvenciones a fondo perdido, sino a préstamos ventajosos promovidos por el Banco Europeo de Inversiones. Tiene que haber fórmulas que permitan esta colaboración.
Lo cierto es que el Sector Público necesita reordenarse y renovarse. La convivencia de empresas públicas y administraciones que se solapan y que, incluso en ocasiones, actúan como competencia, no ayuda a mejorar los procesos administrativos y, mucho menos, la gestión.
Antes de seguir con las tecnologías hay que innovar en los procesos, la forma de hacer y de decidir. Hay que buscar entornos colaborativos que favorezcan a todos y que nos ayuden a crecer.
Los ajustes en el gasto han de ser racionales y debidamente justificados. Hablamos de transparencia, pero las decisiones que se están tomando se siguen viendo como precipitadas, faltas de análisis y de claridad. Quizás sí se esté haciendo pero, en mi opinión, no se transmite que detrás de cada decisión haya habido un proceso de pensamiento crítico y de pros y contras. Hay que recortar, se recorta. Tijera en mano, sin ver mucho más allá ni medir consecuencias.
El momento es crítico, de cambio económico, pero también social y de valores. Vamos hacia otro modelo de sociedad y todos los sectores deben de tenerlo presente y mirar hacia delante.
Es cansino ver en la prensa las mismas peleas de siempre, la herencia. Aburridísimo en boca de unos y otras.
Hay otra cuestión que me gustaría que se tuviera en cuenta. Y es que tenemos recursos propios altamente formados que se están yendo. Mientras nosotros contratamos a grandes multinacionales para que vengan a organizar nuestros procesos a precios más que discutibles. Inversiones de dudosa rentabilidad y no me refiero solo a la económica. Inversiones con unos costes de mantenimiento que comprometen recursos a largo plazo. Recursos que hay que priorizar recortando de otras áreas que quizás merecería la pena promocionar. Yo me planteo, ¿qué nos están aportando? realmente no tenemos conocimiento en Asturias, en España, para llevar a cabo y buen puerto estas mejoras. Tenemos ingenieros, ingenieras, que se van a otros países porque aquí no hay trabajo para ellos, ellas. Dejamos que empresas multinacionales les exploten, pagamos contratos multimillonarios a sabiendas de que una gran parte es beneficio empresarial y de que los jóvenes que deciden quedarse y apostar por Asturias cobrarán sueldos ridículo.
¿Hasta cuándo?
Mercau de la Puente Arriba, Grátila, Nava. Pueblo ejemplar en solidaridad, colaboración y convivencia.
No se trata solo de formarles, se trata también de mimarles para que se queden y de darles motivos para creer en un futuro mejor para la región. Se trata de hablar con nuestras empresas, de ser conscientes de sus necesidades y de hacerles partícipes de las necesidades públicas. De colaborar, de crecer juntos.
Promover la exportación. Tenemos centros asturianos por todo el mundo, apoyados desde la Administración, utilicemos vías alternativas de promoción regional, usemos las posibilidades que nos dan estos contactos, sean más o menos formales. Seamos creativos en la forma de comunicarnos y relacionarnos con el exterior.
Transparencia. Al sector público le sigue faltando transparencia. Lo he dicho antes y lo repito ahora. No se trata solo de publicar el patrimonio de las personas que ostentan cargos de responsabilidad, sino de darle más publicidad al trabajo ordinario de la administración. ¿Sabe la ciudadanía a qué se dedican nuestros sesudos diputados cuando no están reunidos en la Junta? Sinceramente, yo no. Con lo que es muy fácil pensar que son un grupo de privilegiados que cobran una pasta (ya sé que no es tanto como parece, pero es mucho si tenemos en cuenta que una inmensa mayoría opina que no hacen nada... y claro, por no hacer nada hasta 1000 euros son mucho, sobre todo cuando salen de nuestros bolsillos). Seré demagoga, pero es lo que hay, o lo que yo siento que hay en la calle. Y, a propósito de los sueldos, en mi opinión los cargos públicos deberían de estar muy bien pagados, siempre y cuando fueran capaces de demostrar la rentabilidad social de sus decisiones y actuaciones. Tal y como están las cosas ahora, cualquier sueldo, parece altísimo.
Y los "marrones" que van quedando por el camino... Cada noticia y dato que conocemos sobre el Niemeyer es más vergonzante. Hay que esperar al resultado de las auditorías, pero aquí nadie se pone, por lo menos, colorao. De responsabilidades ya, ni hablamos. Porque esa es otra. ¿No hay ningún responsable de la mala gestión que se ha hecho de los Fondos Europeos? ¿De las obras inacabadas? ¿De los kilómetros de carreteras apenas transitadas?
Es que ya no nos queda Fé. Por mucha simpatía que sintamos, vamos perdiendo la Fé. Nos queda algo de esperanza, confíamos en que hagan algo para mantener viva esa pequeña llama de la ilusión por un futuro mejor.

2 comentarios:

  1. Sobre lo que comentas. Estoy a favor de la denominación Estado federal, de hecho creo que es lo que somos aunque no nos llamemos así pero denominarlo así puede acabar con varios problemas y uno es limitar al nacionalismo (a todos -el centralista también-) al tender a buscar la igualdad entre ciudadanos/as en vez de la asimetría. El momento es muy complicado en este sentido porque una fuerza aparentemete muy responsable hasta el momento como CiU (redactaron y votaron la constitución y apoyaron miles de presupuestos) parece haberse vuelto loca. si sutuas el debate en otros términos podrías diluir la polémica: Ahora es nacionalismo español (madrileño casi podriamos decir) Vs. independentismo catalán pero podría ser Federalismo Vs Nacionalismos.

    Innovar y optimizar los procesos es la calve pero las tecnologías pueden ser una buena disculpa para ello. Eso sí el peligro es comprar tecnología pero para hacer las cosas de la misma forma. Quien consiga hacer esto en la Administración (algo que es baratísimo) cambiará de verdad la Administración y mejorará la calidad de vida de la gente.

    Estoy de acuerdo con la necesidad de que las empresas se impliquen más y retengan el talento. Ojalá llegue el día que esto se les exija socialmente, a las empresas no se les pide nada nunca y pueden hacer mucho ganando dinero si pensasen más medio plazo que a corto.

    Los centros asturianos están totalmente infrautilizados y en un par de generaciones no servirán para nada (desde el punto de vista de Astrias), la gente joven no mantiene el vínculo con Asturias. Una manera muy importante de mantenerla es la que apuntas.

    Los diputados y diputadas tendrían que adquirir un compromiso personal de transparencia que incluyera la divulgación de su actividad (ahora hay medios: blogs, redes de información y sociales,..) mientras no lo hagan parecerá que efectivamente no trabajan y empiezo a pensar que lo parece porque es así.

    Este ejercicio que haces Esther si lo hiciesen más personas, estaríamos mucho mejor. Hacer política (hacer política de verdad) es justo esto, o por lo menos empieza por aquí.

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    1. Gracias Chus, me alegro de que opines. A ver si se van animando más personas.

      Respecto del Estado Federal, no creo que los catalanes busquen, o se conformen, con un cambio de nombre. Lo que habría que reclamar sería un papel diferente para el Senado, como cámara de representación de los estados, autonomías o como lo queramos llamar; y un modelo de financiación diferente que dé, a cada uno, lo suyo. Soy consciente de la necesidad de vivir en un Estado solidario, pero hay que replantearse el modelo financiero.

      Con estas medidas, sospecho, que todos estaríamos más cómodos en este Estado español.

      Por lo demás, de acuerdo contigo en todo. Sobre la innovación, creo que estamos perdiendo una oportunidad de oro de hacer realmente una buena gestión del cambio en la administración, en particular, y el sector público, en general. La incorporación de las TIC es un momento perfecto, pero encontramos dos obstáculos importantes, que parece que no vienen a cuento, pero sí. La Ley de Contratos del Sector Público, con sus infinitos procedimientos que supuestamente deberían de garantizar la libre concurrencia, la transparencia y... Pero que son un pedrolo en el camino; y los dos Estatutos que regulan las relaciones de los empleados públicos (el básico para todos en general, y el marco para los estatutarios), dejo al margen el régimen de los laborales, porque está más alineado con la realidad social. Pero tampoco es para tirar voladores.

      Mientras todo siga siendo así, el sector público seguirá siendo un mastodonte de difícil manejo, por mucha TIC que le pongas.

      Creo que está llegando un momento en que no vale con ir a votar cada cuatro años, tenemos que implicarnos en la vida política y social del país para poder exigir sin ponernos colorados. Qué menos. ¿No?

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