miércoles, 18 de julio de 2012

Revolución

Nada. Que yo sigo sin verlo. No acabo de vder la luz al final del túnel. Esta mañana, hablando con un compañero, comentábamos que era el principio de una nueva revolución industrial, y esta tarde leí una entrevista que me reafirmaba en la idea de revolución.
No estoy de acuerdo en parte de su contenido. No hay más que echarle un vistazo a los presupuestos, sean del Estado o de la Comunidad Autónoma para ver que los recortes son imprescindibles. En Asturias, con gobierno socialista, se anuncia que este año cumpliremos el objetivo de déficil... eso sí, con una ayuda de 666 millones de euros (tiene bemoles lo del 666) en forma de crédito extraordinario. Vamos, que sí... este año no gastaremos mucho más de lo que ingresamos (1.5% sobre el PIB, si es que efectivamente cumplimos), pero gracias a una ayuda en forma de deuda, de "solo" 666 millones de euros. Calderilla. Teniendo en cuenta que somos una población de 1.070.000 habitantes, "solo" tocamos a unos 622 € por cabeza. Eso sin contar con el resto de préstamos y créditos que actualmente mantiene el Principado con el BEI, bancos, proveedores, etc.
Y hablamos de Asturias, que no es de las regiones más endeudadas, ni con mayor déficit.
Sí, los recortes son inevitables. La situación no es sostenible y el gasto corriente: pagar nóminas de empleados públicos, pagar los gastos de funcionamiento de los servicios: luz, agua, farmacia, contratos de mantenimiento y servicios, etc se "comen" los ingresos cada vez más escasos de la administración.
Y nada de agobiarse, ¡¡que son dos días!!
Es un hecho y una realidad. Las empresas cierran, los trabajadores se quedan en el paro y dejan de aportar tanto vía IRPF, como vía cotizaciones sociales. Las pequeñas empresas cierran, baja la recaudación del Impuesto de Sociedades; las grandes se van porque no somos competitivos (es mucho más barato el carbón de sudáfrica, o de Chile... con condiciones de trabajo infrahumanas).
La subida del IVA es, a corto plazo, la única alternativa que tiene el gobierno en este momento para recaudar lo suficiente para mantener unos ingresos que garanticen los gastos básicos del Estado. Medida cortoplacista y desesperada, como bien explica Javier García, Sintetia, en su artículo "Cuando el IVA va, los incentivos vienen". Pero es lo que hay.
La situación es la que es, y esto es inevitable. Lo que es evitable es que siga siendo así. Hay que aprovechar para reformar el Estado, es evidente que no ha sabido estar a la altura de las circunstancias, no ha sabido prever que esto podía pasar y no está siendo capaz de actuar y de adelantarse a lo que dictan los dichosos e insaciables mercados. Hay que recortar, sí.
Pero también hay que estimular a la economía porque sino nos ahogamos. Y hay que cambiar  las leyes para proteger a la ciudadanía de la avaricia de los mercados (César, ya lo sé, no todos son iguales). Hay que reformar la estructura política del país. Hay que modificar la Constitución y hay que construir una sociedad realmente democrática. Estamos en manos de un partido con mayoría absoluta, con más de tres años de gobierno por delante, ninguna voluntad de diálogo y escasa capacidad de actuación para los que queremos otro Estado.
Toca revolución. Pero revolución pacífica. Echemos mano de la memoria histórica. Ahora somos una sociedad más evolucionada, más desarrollada y con más conocimiento de causa que en el año 34. Que en el 36. Me horroriza la situación que estamos viviendo. Pero también los aplausos enfervorizados a un minero que grita en televisión que por sus "cojones el su fíu va a seguir trabayando en la mina". Quiero entender que los aplausos eran por el coraje de luchar. Porque fíos tenémoslos muchos. Y a todos nos gustaría que el día de mañana tuvieran un buen trabajo a la puerta de casa, para no perderlos de vista. Pero la realidad ye la que ye.
Y tengamos en cuenta que hay que elegir, o seguimos formando parte de este mundo global, liberal-capitalista, el mundo que impera, o rompemos nuestra pequeña parte de la baraja y optamos por un nuevo modelo social que ni conocemos, de tan nuevo.
Hórreo de mi tía Mercedes. En Piloñeta, Nava.
La economía está evolucionando más rápido de lo que creemos. La revolución industrial del siglo XIX supuso un nuevo modelo intensivo en mano de obra. La actual revolución industrial es de transición hacia un modelo tecnificado. Un modelo en el que el factor productivo más relevante ya no será la mano de obra, sino la tecnología. La forma de combinar los factores de producción y el conocimiento. Este nuevo modelo tecnificado y globalizado tendrá por delante el reto de ser capaz de cubrir las necesidades de 7.000 millones de personas en todo el mundo. Está obligado a ser un modelo sostenible, distinto del actual.
Hay que potenciar el conocimiento, el uso de las nuevas tecnologías. Ya no van a venir grandes empresas a darnos miles de puestos de trabajo porque no, para eso no somos competitivos. Y no lo somos porque hemos alcanzado unos niveles de bienestar social que tienen un precio. Por desgracia son competitivos aquellos países en que la vida humana vale bastante menos que en nuestro país, donde la calidad de vida de las personas deja bastante que desear. Ese modelo industrial no nos vale. Tampoco tenemos potencial energético, somos deficitarios en producción de energía y la que producimos es cara. Por cierto, que sigo echando de menos un Plan Nacional de Energía.
No poseemos materias primas.
¿Qué tenemos? Un país diverso. Patrimonio histórico. Reservas de la biosfera. Parajes Naturales Protegidos. Mucho humor. Sol... Y conocimiento. (Interesante artículo sobre el último estudio elaborado por la Fundación BBVA y el Instituto Valenciano de investigaciones económicas). Exportamos titulados y se cotizan al alza. Aprovechemos esta ventaja competitiva. Aprovechemos también las oportunidades que nos dan las TIC para globalizarnos y salir al mundo. Aprovechemos el tirón que tienen algunas de nuestras empresas para exportar y salgamos al mundo sin salir de aquí.
Tenemos también una cultura que cambiar. No hemos acostumbrado al comercio fácil y barato. A coleccionar objetos, nos hemos olvidado de las personas. De la tendera del barrio. De la panadería de la esquina. De la tienda de ropa que vende diseños propios. Es más cómodo, y más barato, comprar en los grandes centros comerciales, a las marcas "baratas" y llenar vestidores (porque con los armarios no nos llega) de prendas que nos pondremos una o dos veces. Hemos renunciado a la calidad por la cantidad. Hemos dejado de valorar las cosas por lo que son.
El cambio es importante. Los políticos no están preparados para asumirlo, pero dudo que nosotros lo estemos.

Y, resumiendo, un deseo: no paralicemos el país, porque es lo último que necesita.

1 comentario:

  1. Encantado con tu blog, me ha echo pensar bastante.
    Creo que más que a una revolución, vamos camino de una evolución. Ya no es tan necesario ser tan consumista como era esta sociedad hace un par de años. No es necesario como dices llenar vestidores, ir todos los años a la rivera maya, tener una TV de 5000" cada 3 años, etc....
    No creo que se produzca ninguna revolución, porque si te fijas no tenemos ningún Robespierre que nos diga que la culpa es del absolutismo y todos a la guillotina..... No es tan sencillo.
    Sin ir mas lejos, escuchas en la radio una tertulia política, lees los artículos de opinión de la prensa, ves el telediario, escuchas al vecino y todos tienen una opinión singular de la crisis.

    Recordando al un, dos, tres:
    -Por 5€ ¿diga causantes de la crisis española?, por ejemplo los políticos: (Preguntaría Mayra Gómez Kemp)
    - Los políticos, zapatero, PP, PSOE, Elena Salgado, las CCAA´s, los ayuntamientos, las cajas de ahorro, Grecia, Rajoy, los mercados, la especulación, las agencias de calificación, ...........
    - ¡¡¡ CAMPANA Y SE ACABO!!! (Dirían las hermanas Hurtado) Ha respondido 1000 respuestas correctas a 5€ cada una, ¡¡¡¡HA GANADO 5000€!!!!

    La subida del IVA no creo que sea la solución más acertada, creo que hay que quitar de en medio a muchas instituciones duplicadas. El otro día estábamos buceando en un pantano y se nos acerco personal de la confederación (depende del Ministerio de Medio Ambiente) a preguntarnos que hacíamos, le dije que teníamos autorización de Confederación y se largo tan contento. A la media hora llego el Agente Forestal del parque natural ( depende de la Junta de CYL) ha decirme que me fuera, le dije que estábamos autorizados por confederación y dijo que no valía, tuve que explicarle la Ley de aguas y que prevalece sobre cualquier normativa de rango inferior, le convencí. Al rato llego el Seprona de la GC(Ministerio de Interior), con cosas parecidas...... Falto la visita de un representante de la diputación, del ayuntamiento del pueblo, de Iberdrola propietaria del pantano.
    Conclusión ¿donde vamos con tanta normativa?¿es necesario tanto personal de diferentes entes para decir cada uno normas diferentes?¿A parte del personal mencionado, cuantos cargos superiores tendrán razonando normas a aplicar?
    Si esto lo aplicas a los empresarios, que protección tienen para emprender si las normas de Oviedo son antagónicas a las de Logroño........
    Hay que reestructurar de nuevo la administración y tomar un rumbo común, tanto en Galicia como en Canarias...... Esto sobre todo a nivel educativo.
    ¿Romper el modelo global-liberal-capitalista? Creo que el socialismo murió en el siglo XX, seguir el modelo Cubano..... jajajaja
    Prefiero volver al trueque, no tendríamos los malignos mercados, los especuladores y podríamos denunciar la usura a la iglesia y quemarlos por herejes.
    Bueno que me lío mucho, La única solución es localizar los errores para no repetirlos, esa es la revolución/evolución. Mirar menos la paja en el ojo ajeno y comtemplarnos un rato el ombligo. Haber si mientras tanto, con tanta reforma el Gobierno acierta algo aunque sea por serendipia.

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