jueves, 12 de julio de 2012

La frontera de posibilidades

Todo va a peor. Trato de racionalizar lo que me dicta el corazón y llego a algunas conclusiones que no sé si son las que tienen que ser. O sí, por lo menos son las mías.

Tenemos un problema. Grave. El Estado actúa como regulador de derechos y deberes en una sociedad compleja. Garante de la justicia social. De la equidad en el reparto de las rentas. Garante de unos servicios públicos eficientes y de calidad. Eso es lo que entendí siempre que era el Estado.

Aperos de labranza en la Feria de la Ascensión. Oviedo
La realidad, nuestra realidad está yendo por otros derroteros. Los mercados, esos gran desconocidos, marcan las pautas de lo que debe de hacer el Estado. Los mercados están ganando la batalla. Los mercados, en forma de banqueros - usureros; de especuladores sin escrúpulos; de mercaderes de ilusiones;... han dejado al Estado en estado de shock. Sin capacidad de reaccionar, por lo menos de reaccionar con sensatez y sentido común. Porque en el gobierno hay unas cuantas personas y, aunque solo sea por aquello de las sinergias, deberían de ser capaces de juntar entre todos y todas un cerebro que piense con sentido común. Esto ya excede de cuestiones políticas. El Estado en forma de gobierno ha perdido los papeles y actúa como lo haría Martin con unas tijeras y varias revistas a su disposición. Recortando papelinos sin sentido. Ni orden ni concierto. Ahora recortamos en Sanidad, en Educación, en Gastos de Personal en el Sector Público, en Dependencia, subimos el IRPF a las "clases medias" -las que tienen su sueldo y ninguna escapatoria- y ¿por qué no? ¡¡vamos también a por el IVA!! A fin de cuentas ¿qué son tres puntitos más? (¡¡va!!... sólo un 16,7% ). Como esto no es más que un juego de suma 0, aumentamos ingresos, reducimos gastos y aquí paz y después gloria. (Nótese la ironía, se que obvia decirlo, pero por si acaso).

Aquí nadie se plantea de qué modelo económico estamos hablando. Cómo vamos a reestructurar el tejido económico de este país. De momento cerramos la minería, no es rentable económicamente... Bueno, vale, ¿tenemos un Plan B? ¿Qué hacemos con todas las personas que quedarán en el paro? Hasta donde yo sé, la mayoría no tienen formación. Así que difícilmente tienen salida. Bueno, quizás sí. Irse a "países emergentes" a trabajar en minas también emergentes. Cobrando sueldos miserables y con unas condiciones laborales que ya quisiera yo para muchos banqueros y políticos en este país. No soy partidaria de las subvenciones vitalicias a fondo perdido, pero tampoco del abandono a su suerte de miles de familias. Es más, si tengo que elegir obviamente me decanto por las familias. Tienen que haber una solución intermedia y, quizás, era la que estaba planteada y el gobierno se está saltando a la torera. ¡Ah! Que es porque no hay dinero. Pues vale, cerramos embajadas, senado, y recortamos puestos políticos a la mitad. Será por dinero.

Hablando de recortes en el carbón. ¿Alguien sabe cuál es nuestra política energética? ¿No es el de la energía un sector estratégico de primer orden? ¿Esas mentes pensantes que juegan con las tijeras serán capaces de pensar en estos asuntos?. Ah, que no. Que lo de hacer dos cosas a la vez cuando uno está en el poder resulta cansino.

¿Y sobre qué tejido empresarial se va a reconstruir España (reconstruir, porque todo apunta a que no van a quedar más que los ladrillos en los que tenemos "activados" todos nuestros recursos monetarios)?

Está muy guapo lo de emprender. Emprender, ¿en qué? TICs... Suena bien. Seguro que tienen muchas posibilidades, pero no son infinitas.

También son futuro...

Nos olvidamos -parece ser que dejaron de estar de moda hace años, pero tengo el día rancio...- Nos olvidamos de la agricultura, de la ganadería, de la pesca, de los pequeños negocios locales, de las tiendas del barrio, de los talleres mecánicos, las librerías tradicionales, nos olvidamos de los pequeños.

No se me ocurre otra que dar soporte a estos pequeños, cooperar y colaborar, promover los recursos locales y tratar de resurgir de las cenizas. 

Promover el consumo local. Los productos locales. Ayudarnos de las TIC para salir a otros mercados. La movilidad.  Hacernos visibles dentro y fuera. Hacernos visibles y demostrar que sí somos competitivos.

El Estado no lo va a hacer por nosotros, no soy optimista. No sé hacia donde vamos, pero el Estado de Bienestar que conocimos no lo volveremos a tener en años. Repensemos el modelo que queremos. Exijamos cambios. Reglas de juego estrictas para el sector financiero. Nada de pensiones vitalicias para políticos. Ni contratos blindados multimillonarios para banqueros. Exijamos cambiar las reglas de juego social y económico.

Para empezar sería bueno que supiéramos cuál es nuestra frontera de posibilidades. Esa que viene definida por los recursos disponibles y la forma de combinarlos. Me pregunto hasta dónde podemos llegar. Y a dónde nos llevarán.

3 comentarios:

  1. Yo tampoco soy optimista, al menos no conmigo misma, aunque los recortes valgan para algo, que tengo mis dudas, lo mio como lo de mucha gente se va a ver afectado para siempre, ya no se cuales son esos recursos que tengo y mucho menos mi forma de combinarlos

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  2. ME GUSTA TIENES LAS COSAS CLARAS Y SABES TRANSMITIRLO, ESTE ARTICULO ES MUY BUENO ¿NO HAS PENSADO EN ENVIARLO A ALGÚN DIARIO?...PUES PIENSALO, HAY ARTÍCULOS EN ALGUNOS QUE NO LE LLEGAN NI A LA SUELA DEL ZAPATO AL TUYO
    BESIN
    PELE

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  3. Comparto el comentario de Ángel. Es una reflexión muy buena. ¿Cómo no te animas a enviarlo para que te lo publiquen?

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