jueves, 15 de mayo de 2014

Dejar

Posponer. Dejar que venga pasando el tiempo desde la ausencia.

No pensar. 

Que el tiempo fluya y lo dilapide todo.

Que no queden ni los posos de lo que fue.

Nada. Ni los recuerdos de abrazos y besos.

De los que se fueron. De los que llegaron  sin querer. De los que se detuvieron... y pasaron.

Que fluya y se diluya en otros brazos secos. Olvidadizos. Pétreos.

Que los próximos besos, sus besos, sean los de después y y sepan a óxido y herrumbre. 

Al frío del alma que ya no es.


Y allí, al fondo, la soledad

2 comentarios:

  1. !qué así sea querida, pues llegando al olvido no queda otra salida mi niña! Precioso. Gracias y besos

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  2. Gracias, Amparo. Me llena de ilusión que te haya gustado. Te sigo y me llega lo que escribes, así que es un honor... ¡Besote!

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